¡Hola a todos! Me llamo Elena Hernández y soy correctora de textos, periodista, hago informes de lectura y, además, soy escritora. Estas áreas profesionales son independientes, pero todas ellas giran en torno a las palabras y están de alguna manera conectadas.
Desde aquí os voy a hablar, sobre todo, como correctora de textos. Sin embargo, tras unos cuantos años ya en el oficio, creo que puedo hacer algunas aportaciones que no solo tienen que ver con la corrección ortotipográfica (es decir, con todo lo relacionado con tiles, mayúsculas, minúsculas, negritas, cursivas, puntuación, etc.) y la corrección de estilo (repetición continuada de una palabra, la monotonía, el uso de muletillas, las construcciones sintácticas incorrectas o muy complejas y la falta de coherencia en la estructura de un texto, por ejemplo), sino con determinados aspectos vinculados con la escritura.
Después de corregir muchos manuscritos y elaborar otros tantos informes de lectura, ha llegado el momento de compartir con todos vosotros algunos consejos para solventar los errores más frecuentes que se suelen cometer a la hora de escribir y que detecto en la mayoría de los textos que me llegan. Mi formación como escritora (estuve unos cuantos años en talleres de escritura) y mis muchos años escribiendo (los últimos también publicando) también me ayudan a localizar fallos en la escritura, en este caso más relacionados con el estilo, y proponer soluciones alternativas.
Es cierto que cuando uno escribe está metido de lleno en eso, en el proceso creativo, y está bien que así sea. Pero luego, tras la revisión y la corrección literaria, toca arremangarse y entregar ese preciado manuscrito a un corrector de textos profesional que pula las imperfecciones y ayude al autor a sacar más brillo a su obra.

Como también soy escritora, tengo la capacidad de ponerme en el otro lado cuando corrijo y por eso siento mucha empatía con el autor y trato de ayudarle con delicadeza y empeño a que su obra quede lo más limpia posible. Es fundamental conservar el estilo del autor, eso lo sabemos todos los correctores de texto, pero siempre hay trabajo por hacer, en mayor o menor medida, para, insisto, hacer de ese manuscrito el mejor manuscrito posible, tanto si es para presentarlo a un concurso como si es para moverlo entre las editoriales o autopublicarlo o compartirlo con la familia o los amigos.
Y desde este blog que hoy estreno voy a compartir con vosotros un poco de teoría, pero sobre todo muchos ejemplos de frases mal construidas, puntuación fallida, errores de concordancia, puntuación de diálogos, etc.
El objetivo es abordar en cada entrada semanal un tema concreto para ayudaros a las gentes que escribís a evitar los errores o fallos más comunes.
La primera entrada, que publicaré el miércoles que viene, se estrena por todo lo alto con un auténtico temazo: la coma asesina.
Le seguirán otras entradas también sobre la coma, porque es, sin duda, el signo de puntuación que más problemas da y cuya importancia y sus derivadas son tales que bien merece unas cuantas entradas para no amontonar toda la información en una sola.
Pero no quiero adelantarme ni apabullaros.
Hoy solo deseaba presentarme y daros la bienvenida a este blog, a esta nueva habitación de mi página web (que acabo de reformar), donde espero que os sintáis en vuestra casa y podamos establecer una relación amigable y enriquecedora para todos.
Así que, si os interesan las palabras, la escritura, la buena comunicación y el aprendizaje, este es vuestro sitio. Como ya os he comentado, abrimos las puertas la semana que viene hablando de la coma asesina, pero, tranquilos, que soy pacífica y amable.
Os podéis suscribir si os apetece. Nada me gustaría más que se creara una pequeña comunidad de personas que compartimos nuestro amor y nuestra pasión por las palabras.
¡Hasta la semana que viene!
Un abrazo,
Elena
Me encantará recibir tus entradas.
Un besito